Ayer visionamos en la clase de Español una película que trataba esencialmente de la música cubana, del realizador Win Wenders. Debería ser, entonces, algo más de audición de que propiamente visualización. Pero eso no se confirmó, hasta porque la película mostraba la auténtica realidad cubana: las calles, las personas, sus casas...
En cuanto a mis impresiones: me he quedado un poco espantada, hasta porque los destinos de los turistas son las partes de Cuba, como puedo decir, más "desarrolladas" y la publicidad, por cuestiones de marketing, solo muestra lo agradable.
La película me dio la oportunidad de ver el otro lado de Cuba, con sus calles con edificios, unos cayendo, otros necesitando una remodelación, los interiores de las casas eran pequeños, el mobiliário era una mezcla de aparatos antíguos con otros ya más modernos...
Sí, en el princípio, me ha espantado... pero, después, eso me ha pasado; empezando a "entrar" en el ambiente, hasta me he quedado satisfecha, porque las personas son felices... y su buen humor está presente en su música, muy alegre y, cuando más melancolica, no deja de tener siempre ritmo con una mezcla de buena disposición, hasta porque es una música movida.
Si se quiere encontrar muestras de la existencia de la felicidad, se debe ir a Cuba: ellos parecen más felices que nosotros, en nuestra realidad talvez no tengamos una felicidad "transparente", o sea, verdadera y sin mácula, siempre preocupados con el dinero, nuestros bienes materiales, el empleo y las lamentaciones sobre el sistema político.
No se debe asemejar Cuba a algunos países africanos; en Cuba se puede encontrar la verdadera felicidad, pues tienen lo indispensable para vivir y, más que necesitar de "tener" o "ser", sus prioridades son "vivir" y "sonreír".
... Cuba, la sonreísa del globo...
:)
En cuanto a mis impresiones: me he quedado un poco espantada, hasta porque los destinos de los turistas son las partes de Cuba, como puedo decir, más "desarrolladas" y la publicidad, por cuestiones de marketing, solo muestra lo agradable.
La película me dio la oportunidad de ver el otro lado de Cuba, con sus calles con edificios, unos cayendo, otros necesitando una remodelación, los interiores de las casas eran pequeños, el mobiliário era una mezcla de aparatos antíguos con otros ya más modernos...
Sí, en el princípio, me ha espantado... pero, después, eso me ha pasado; empezando a "entrar" en el ambiente, hasta me he quedado satisfecha, porque las personas son felices... y su buen humor está presente en su música, muy alegre y, cuando más melancolica, no deja de tener siempre ritmo con una mezcla de buena disposición, hasta porque es una música movida.
Si se quiere encontrar muestras de la existencia de la felicidad, se debe ir a Cuba: ellos parecen más felices que nosotros, en nuestra realidad talvez no tengamos una felicidad "transparente", o sea, verdadera y sin mácula, siempre preocupados con el dinero, nuestros bienes materiales, el empleo y las lamentaciones sobre el sistema político.
No se debe asemejar Cuba a algunos países africanos; en Cuba se puede encontrar la verdadera felicidad, pues tienen lo indispensable para vivir y, más que necesitar de "tener" o "ser", sus prioridades son "vivir" y "sonreír".
... Cuba, la sonreísa del globo...
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